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domingo, 8 de enero de 2017

El papel de la escuela

La escuela fue el gran instrumento de cambio hacia la sociedad industrial y se ve ahora arrollada por el cambio a la sociedad del conocimiento. ¿Cómo se puede medir la velocidad del cambio? Su mero ritmo tiene consecuencias cruciales para la sociedad y la educación. Durante la mayor parte de su historia la humanidad ha vivido un ritmo de cambio suprageneracional imperceptible de una generación a otra. Es decir, cada generación estaba llamada a integrarse en un mundo prácticamente idéntico al anterior, sin necesidad de recurrir para ello a una institución ni un cuerpo profesional específicos. Pero la experiencia del cambio pasó a ser intergeneracional esta vez sí perceptible de una generación a otra. Corresponde al periodo de modernización, que puede descomponerse en el paso del campo a la ciudad, de la agricultura a la industria, de la subsistencia al intercambio, del trabajo autónomo al asalariado. Lo novedoso es si todo adulto de una generación no está ya capacitado para educar a los jóvenes de la siguiente, si la educación no puede ser ya un mero subproducto de las relaciones intergeneracionales en las instituciones preexistentes, entonces tendrá que haber una institución y un cuerpo profesional específico: la escuela y el profesorado. Se encargarán de hacer llegar a todos la cultura mediante algún tipo cultural, moral, técnica, artística, etc. Sin embargo, el problema reside en que, estas coordenadas estaban ya condenadas a quedar obsoletas. Esto sucede cuando el cambio llega a tornarse intrageneracional tan rápida e intensamente que ya no hay tiempo para que una institución y un colectivo 'transmisores' desempeñen eficazmente su labor. Cambio significa aprendizaje, pero un aprendizaje que no se limita al periodo de crecimiento ni coincide con él, sino que se extiende a lo largo de toda la vida. Éste es el sentido de la expresión 'aprender a aprender'.

En la fase suprageneracional, las familias y otras instituciones primarias se bastaban y sobraban para la socialización de la infancia. Sin embargo durante la fase intergeneracional se tuvo que recurrir a una institución secundaria, especializada, que desplazó a las primarias. Y en la fase intrageneracional, la que se queda corta es esta institución, y recuperamos la idea de que 'se necesita una aldea', aunque también sabemos que 'ya no basta' con eso.

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